La explotación sexual de mujeres y niñas es el segundo negocio más rentable del mundo, después de las drogas y delante las armas. Hay en el mundo 40 millones de personas prostituidas, y 3 de cada 4 tienen entre 13 y 25 años de edad. Esto genera unos beneficios de unos 160.000 millones de €. Por supuesto, un negocio tan rentable no van a dejarlo pasar las grandes organizaciones criminales. Por eso desde los años 90 ha habido un vuelco en el negocio, antes regido por chulos, macarras y delincuentes de medio pelo, y ahora tomado por las grandes redes de trata de personas.